¿Impactó en la Tierra? La realidad del “meteorito” que se vio en la CDMX y Edomex
¿Qué fue lo que verdaderamente se vio en el cielo este miércoles 16 de abril? Especialista se pronuncia

Durante la madrugada del miércoles 16 de abril, miles de habitantes de la Ciudad de México y el Estado de México reportaron un fuerte estruendo y una intensa luz en el cielo. Las redes sociales rápidamente se llenaron de videos y teorías sobre lo que podría haber ocurrido: ¿fue un meteorito?, ¿un asteroide?, ¿un cometa? Aquí te explicamos.
Lo que realmente ocurrió
Según especialistas en astronomía, lo que se observó fue un bólido, un tipo de meteoro extremadamente brillante que explota al entrar en contacto con las capas altas de la atmósfera. El fenómeno se registró a las 3:46 de la madrugada y fue visible desde diversos estados como Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, además del Valle de México.
Un bólido no impacta la Tierra: se desintegra antes de tocar el suelo, generando una explosión luminosa y una onda acústica que, en esta ocasión, fue tan potente que incluso fue detectada por sismógrafos.
Diferencias clave entre meteoro, meteorito y bólido
Meteoro: fenómeno luminoso generado por la fricción del meteoroide con la atmósfera.
Meteorito: fragmento del meteoroide que logra llegar a la superficie terrestre.
Bólido: meteoro especialmente brillante que suele estallar en el aire, creando una explosión visible y, a veces, audible.
Importante: hasta el momento, no existe ninguna evidencia de que el fragmento haya impactado el suelo. Por lo tanto, no puede considerarse un meteorito.
Con base en reportes, y nuestras cámaras, confirmamos que el sonido de explosión en CDMX fue un bólido (posible meteorito o meteoro) que exploto a 20 - 40 km de altura del suelo, provocando una onda acústica e incluso detectada por los sismógrafos como el nuestro. #explosion pic.twitter.com/zk1vxVRH4z
— Sismo Alerta Mexicana (@Sismoalertamex) April 16, 2025
¿Tiene relación con la lluvia de estrellas líridas?
Este tipo de fenómenos puede estar vinculado con la lluvia de estrellas líridas, un evento astronómico que ocurre cada abril, producto de partículas dejadas por cometas que cruzan el camino orbital de la Tierra.
¿Qué dijeron los especialistas?
Pablo Lonnie Pacheco, instructor de astronomía y divulgador de eventos celestes, fue claro al explicar en sus redes sociales:
“No se vio un asteroide, ni un meteorito. Tampoco fue un cometa. Fue un bólido”.
Detalló que la Tierra se desplaza a unos 30 km/segundo y en su camino se cruza con partículas de cometas y asteroides. Estos fragmentos, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, generan una fricción tan intensa que liberan electrones, los cuales ionizan el aire y lo vuelven luminoso, como ocurre con los anuncios de neón o las auroras boreales.
¿Cuántos meteoroides impactan en la Tierra cada día?
De acuerdo con datos astronómicos del doctor, cada día entre 40 y 50 toneladas de meteoroides ingresan a la atmósfera. La mayoría son tan pequeños como granos de arena, y se consumen en el aire antes de tocar tierra.
Los meteoros más brillantes se encienden a alturas de 120 a 150 km sobre el nivel del mar.
La mayoría se apaga antes de llegar a los 60 km de altura.
Un meteoroide que logra atravesar la atmósfera a gran velocidad puede generar un bólido, más brillante incluso que el planeta Venus.
¿Podría haber llegado un fragmento al suelo?
En este caso, si algún fragmento sobrevivió —lo cual no está confirmado—, habría reducido su velocidad a menos de 4 km/s al llegar a los 20 km de altura, lo que impediría que siguiera ionizando el aire. Su velocidad final al impactar sería de apenas 300 km/h, similar a la caída de un objeto desde gran altura. Esto no sería suficiente para causar un gran daño ni un cráter, como ocurre en las películas.
Solo los fragmentos con más de 30 metros de diámetro podrían impactar con fuerza suficiente como para dejar un cráter en la Tierra. Según especialistas, en la historia reciente no se ha registrado un evento así.
¿De qué tamaño fue el fragmento?
El fragmento responsable del fenómeno registrado en CDMX y Edomex probablemente no medía más de un metro, de acuerdo con Pablo Lonnie Pacheco, y todo indica que se desintegró completamente en la atmósfera. Lo que la población vio fue el rastro de aire ionizado, no una bola de fuego en caída libre.
No obstante, el geólogo Alejandro S. Méndez, egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), dice que la roca pudo tener un tamaño similar al de un automóvil compacto.
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