¿Qué pasa si como pan de muerto? Consejos para disfrutarlo sin afectar tu salud
El pan de muerto es parte de una celebración. Disfrútalo de manera equilibrada y sin culpas
El pan de muerto es un ícono en las celebraciones de Día de Muertos en México, con raíces que se remontan a la época de la Conquista. Este pan, además de ser una ofrenda simbólica, se encuentra en los altares y es un favorito en estas fechas. Sin embargo, su consumo excesivo puede tener efectos negativos en la salud.
Este pan se elabora tradicionalmente con harina, huevos, mantequilla, azúcar, ralladura de naranja y agua de azahar. Su forma redonda y sus adornos de huesos cubiertos de azúcar o ajonjolí varían en cada región del país.
¿Deberías comer pan de muerto?
Ningún alimento es malo por sí mismo, pero es esencial moderar las porciones para evitar problemas de salud. El pan de muerto, debido a su composición, es rico en carbohidratos, grasas y calorías.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sugiere consumir solo 50 gramos de pan de muerto. Un pan pequeño, de aproximadamente 100 gramos, contiene alrededor de 417 kilocalorías, lo que representa una quinta parte de las calorías diarias recomendadas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el requerimiento calórico diario varía entre 1,600 y 3,000 calorías, dependiendo del género y nivel de actividad física de la persona. Por lo tanto, no se trata de evitar el pan de muerto, sino de consumirlo en cantidades moderadas. De los 50 gramos recomendados, es preferible optar por la versión clásica, sin relleno, lo que aporta unas 208 kilocalorías.
Consejos para disfrutar el pan de muerto de forma saludable:
Acompaña con bebidas sin azúcar: Café o té sin azúcar son opciones ideales, o con un chorrito de leche descremada.
Opta por la versión integral o sin azúcar: Evita las versiones rellenas o con coberturas excesivas.
Controla las porciones: La moderación es clave.
El consumo de calorías es esencial para que el cuerpo funcione correctamente, pero si no se queman al haber más e las necesarias, se almacenan como grasa.
¿Quiénes deben evitar o moderar el consumo de pan de muerto?
Es recomendable que ciertas personas consulten a su médico antes de consumir pan de muerto, sobre todo si padecen:
Diabetes: El alto contenido de azúcar puede descompensar los niveles de glucosa.
Obesidad: Las calorías adicionales dificultan la pérdida de peso.
Enfermedades cardiovasculares: Las grasas saturadas pueden empeorar los problemas cardíacos.
Dislipidemia: Aumenta los niveles de lípidos en la sangre.
Celiaquía o sensibilidad al gluten: El pan de muerto tradicional contiene gluten.
Menores de 7 meses: No es adecuado para bebés.
Pacientes con enfermedad de Crohn: Podría desencadenar síntomas inflamatorios.
Personas con VIH/SIDA que experimentan diarreas.
Disfruta el pan de muerto sin culpas
Es importante que tomes en cuenta estas recomendaciones, pero recuerda disfrutarlo sin miedo y priorizando tu salud mental y física. Comer un alimento cultural como el pan de muerto en Día de Muertos es parte de una celebración, no una rutina diaria. Disfrútalo, sabiendo que lo consumes de manera equilibrada y sin culpas.