¿Quién es Amalia Damonte, la única novia del papa Francisco? Esto fue de su vida
La historia de Amalia Damonte que pocos conocen, la vecina que rompió el corazón del papa Francisco en su juventud

El mundo llora la muerte del papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano en la historia de la Iglesia Católica. Pero pocos conocen una historia íntima que marcó su vida mucho antes de vestir sotana: su único noviazgo, con una joven argentina llamada Amalia Damonte, a quien conoció cuando apenas era un adolescente en el barrio de Flores, en Buenos Aires.
El joven Jorge Mario Bergoglio y su promesa de amor
Antes de convertirse en el papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio fue un joven como cualquier otro. Nació el 17 de diciembre de 1936 y creció en una familia católica de clase trabajadora. Su vida parecía destinada a seguir un rumbo convencional, hasta que el amor tocó a su puerta.
Con apenas 12 años, Bergoglio se enamoró de Amalia Damonte, su vecina y compañera de juegos. Su relación fue tan intensa que llegó a escribirle una carta con una declaración tajante: “Si no me caso con vos, me hago cura”. Pero aquella confesión, interceptada por los padres de Amalia, desencadenó el final del romance. La joven fue castigada por su atrevimiento y se le prohibió continuar la relación. La promesa de Jorge se volvió destino: años más tarde, ingresó al seminario y comenzó su camino hacia el sacerdocio.
“Por suerte para él, le dije que no”
Amalia Damonte compartió públicamente esta historia tras la elección de Bergoglio como papa en 2013. En entrevistas con medios argentinos, recordó con cariño aquella etapa: “Jugábamos en las veredas, bailábamos... algo muy lindo. Éramos muy humildes, amábamos a los pobres. En eso éramos almas gemelas”.
Según su testimonio, aunque no estaba enamorada en el sentido profundo que implicaría hoy, lo que vivieron fue genuino. Amalia nunca lo olvidó. “Si él hubiera estado, me hubiera casado”, confesó décadas después.
Una historia de cartas, silencios y caminos separados
Tras el incidente con sus padres, Amalia y Jorge continuaron comunicándose mediante cartas, aunque cada vez con menos frecuencia. Él ingresó al seminario a los 21 años; ella formó una familia en Córdoba, trabajó como maestra de primaria y llevó una vida alejada de los medios. Solo después de que Bergoglio se convirtiera en papa, su nombre volvió a resonar como parte de una historia humana que revelaba la dimensión más íntima de un líder religioso.
“Creo que él es muy sensato, y yo soy así también. Somos humildes, por eso amamos a los pobres. El problema es que hoy ya no se ama a los pobres, solo a la ropa elegante”, reflexionó Amalia en una entrevista.
¿Quién fue realmente Amalia Damonte?
Amalia Damonte no buscó fama. Nacida también en Buenos Aires, vivía a unas puertas de la casa de los Bergoglio. Algunos relatos indican que más tarde se trasladó a Córdoba, donde estudió y se convirtió en maestra. Trabajó toda su vida en escuelas públicas, se casó y tuvo hijos. Nunca dejó de hablar con ternura del joven Jorge, pero respetó siempre su decisión de entregarse a la fe.
Fue una mujer discreta, de convicciones firmes y sensibilidad social, muy cercana a las raíces humildes que ambos compartían.
Un amor que cambió la historia de la Iglesia
La historia de Amalia y Jorge Mario no es solo una anécdota romántica. Es también un símbolo del sacrificio personal que implicó la elección vocacional de quien se convertiría en papa. En un mundo marcado por el poder, los escándalos y la burocracia eclesiástica, esta historia nos recuerda que el pontífice argentino fue, ante todo, un hombre con emociones profundas y decisiones difíciles.
Mientras el mundo despide al papa Francisco, el recuerdo de su única novia, Amalia Damonte, revive como un testimonio de humanidad, ternura y determinación.
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