Trump declara “conflicto armado” contra cárteles: justifica ataques militares en el Caribe
El New York Times aseguró que el presidente republicano busca dejar dentro de la legalidad su ofensiva armada contra los que considere líderes de la droga

Donald Trump anunció que Estados Unidos está en un "conflicto armado no internacional" contra los cárteles del narcotráfico, un paso que le permite respaldar legalmente operaciones militares contra embarcaciones provenientes de Venezuela.
La decisión marca una nueva escalada en la estrategia de Trump, quien meses antes ya había catalogado a los grandes cárteles latinoamericanos como organizaciones terroristas por el daño que generan las drogas en EE.UU.
Notificación secreta al Congreso, asegura NYT
Una notificación enviada a comités del Congreso —avanzada por The New York Times y confirmada por EFE— detalla que Trump considera a los cárteles como “grupos armados no estatales” y sus acciones como “ataques armados contra Estados Unidos”.
Según el documento, “Estados Unidos ha llegado a un punto crítico en el que debemos usar la fuerza en defensa propia”.
Con esta justificación, la Casa Blanca avala tres operaciones militares en el Caribe el mes pasado, que dejaron 17 muertos.
Al menos dos embarcaciones procedían de Venezuela.
“Estas acciones no son asesinatos, sino operaciones de defensa en el marco del derecho internacional”, señala el escrito.
Poderes de guerra para Trump
Expertos legales advierten que, al reconocer un conflicto armado activo contra los cárteles, Trump se asegura poderes extraordinarios de guerra.
Aunque está obligado a notificar al Congreso, solo el Legislativo puede declarar formalmente la guerra.
Estados Unidos mantiene en el Caribe ocho buques de guerra, un submarino nuclear de ataque rápido, más de 4,500 soldados y cazas F-35B en Puerto Rico.
El mensaje a sus aliados: Washington está dispuesto a usar la fuerza sin reservas.
Maduro bajo la mira
Trump acusa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de encabezar el Cártel de los Soles, organización señalada por narcotráfico y terrorismo.
Caracas rechaza la acusación y calificó el despliegue como una amenaza de invasión, movilizando al ejército y a reservistas en respuesta.