Trump propone reubicar a palestinos en otros países; musulmanes y Hamás reaccionan
El republicano dijo que Gaza está totalmente “destruido”, por lo que dio una sugerencia que causó indignación
Las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre la posibilidad de "limpiar" Gaza y reubicar a un millón y medio de palestinos en países vecinos como Jordania y Egipto han causado una ola de indignación internacional. Para muchos, esta propuesta no solo refleja un desconocimiento de la realidad sobre el terreno, sino que además ha sido catalogada como un intento de perpetrar una "limpieza étnica".
Trump expresó en un reciente comentario, mientras viajaba a bordo del Air Force One, que Gaza está "literalmente demolida", destacando la devastación de la región y sugiriendo que lo mejor sería reubicar a los palestinos en otros países árabes. "Preferiría aliarme con algunas de las naciones árabes y construir alojamientos en un lugar diferente", señaló Trump, quien también aseguró haber discutido el tema con el rey de Jordania, Abdalá II, y anunció su intención de hablar con el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi.
A pesar de este acercamiento de Trump, tanto Jordania como Egipto han rechazado enfáticamente la propuesta. El ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman al Safadi, dejó claro que su país sigue apostando por la solución de los dos Estados y que no aceptará la expulsión de los gazatíes. Por su parte, el Ministerio de Exteriores egipcio también expresó su oposición, llamando a poner fin a la ocupación israelí y devolver los territorios usurpados al pueblo palestino.
El rechazo palestino y la memoria histórica
La idea de desalojo de palestinos ha sido rechazada rotundamente por las autoridades palestinas. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, reafirmó que los palestinos no abandonarán su tierra, y recordó los sufrimientos vividos durante las crisis de 1948 y 1967, conocidas como "Nakba" y "Naksa", respectivamente. La propuesta de Trump revive temores de que Israel busque forzar el desalojo de los palestinos de Gaza, una preocupación histórica en la región, especialmente entre los sectores progresistas.
Además, organizaciones como la Yihad Islámica Palestina y Hamás han calificado el plan de Trump de "deplorable" y como un paso hacia la violación de los derechos humanos de los palestinos. Basem Naim, miembro de Hamás, aseguró que no aceptarán ninguna propuesta que sea vista como un intento de reconstrucción bajo la égida israelí, que consideran una amenaza para los derechos y libertades de su pueblo.
Reacciones en EE.UU. y críticas internacionales
En los Estados Unidos, la propuesta de Trump también ha generado una fuerte reacción. Aunque no se han escuchado voces prominentes del Partido Republicano ni del Partido Demócrata, varios sectores progresistas han condenado enérgicamente la idea. El Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR), una de las principales organizaciones musulmanas en EE. UU., calificó las declaraciones de "delirantes y peligrosas". Además, analistas políticos e historiadores de Oriente Medio en redes sociales no dudaron en etiquetar la propuesta como un claro intento de "limpieza étnica".
Aplausos desde el ultranacionalismo israelí
Por otro lado, la propuesta de Trump ha sido recibida con entusiasmo por algunos sectores de la extrema derecha israelí. Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas y ultranacionalista israelí, expresó su apoyo al plan y se comprometió a trabajar "con la ayuda de Dios" para implementarlo. Itamar Ben-Gvir, exministro de Seguridad Nacional y también miembro de la extrema derecha, mostró su apoyo y recordó que uno de sus puntos de agenda ante el primer ministro Benjamin Netanyahu ha sido promover la "emigración voluntaria" de los palestinos.
Un contexto de guerra y desplazamiento
El contexto actual de Gaza, devastada por el conflicto entre Israel y Hamás, ha intensificado el debate sobre el futuro de los palestinos en la región. Desde el inicio de la ofensiva israelí en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, más de 47,000 palestinos han perdido la vida, lo que ha incrementado la desesperación de la población y el llamado a una solución duradera para el conflicto israelo-palestino.
El rechazo global a la propuesta de Trump refleja la complejidad de la situación, en la que las soluciones a largo plazo deben considerar no solo los intereses geopolíticos, sino también los derechos fundamentales de los pueblos involucrados. Con la memoria histórica de la Nakba aún viva en la conciencia colectiva palestina, las declaraciones de Trump siguen siendo un tema de debate y condena a nivel internacional, mientras la región se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes.
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