Votó por Trump y perdió su empleo: el testimonio de una joven afectada por los recortes
Crece el descontento por recortes masivos a la burocracia en Estados Unidos

Ryleigh Cooper, de 24 años, terminó su jornada en el Servicio Forestal de EE.UU. cubierta de pintura azul, sin imaginar que un simple mensaje de texto cambiaría su futuro. "Odio ser portador de malas noticias", escribió su líder sindical. Cooper, una trabajadora en periodo de prueba, sería una de las despedidas en la oleada de recortes impulsada por la administración de Donald Trump.
La noticia llegó solo tres meses después de que votara por el expresidente, convencida por una promesa: la fertilización in vitro (IVF) gratuita. Cooper y su esposo intentaban concebir, pero su médico les indicó que la IVF era su mejor opción. La propuesta de Trump le pareció un rayo de esperanza en medio de una economía que hacía difícil cubrir su hipoteca y los gastos básicos.
Sin embargo, lo que pensó que sería un voto por su futuro familiar se convirtió en su despido. "Creo que me están despidiendo", le dijo entre lágrimas a su esposo. Perder su empleo significaba también quedarse sin seguro de salud y sin los 12 semanas de licencia de maternidad pagada que el gobierno federal garantizaba.
Baldwin, la pequeña localidad de Michigan donde vive Cooper, es un pueblo de menos de 1,000 habitantes, donde más del 62 % votó por Trump en las últimas elecciones. Aunque la política rara vez dominaba las conversaciones, ahora era imposible ignorarla. Cooper creció viendo a su madre perder un empleo tras otro y pensó que ella estaba en un camino diferente: con un título universitario, un empleo estable y un futuro prometedor en el Servicio Forestal. Su reciente evaluación laboral incluso la calificaba como "totalmente exitosa", la mejor puntuación posible.
Pero los despidos no se basaron en rendimiento, sino en el esfuerzo de la administración Trump por reducir el tamaño del gobierno federal. A pesar de haber asegurado en campaña que las medidas de austeridad no afectarían a empleados como ella, la realidad la golpeó de lleno.
En una entrevista con The Washington Post, Cooper expresó su frustración y desilusión con la situación. "Me siento traicionada, no solo por mi familia, sino por mí misma", declaró.
Cuatro días después de recibir la noticia, Cooper se despertó con otra promesa presidencial. La Casa Blanca anunciaba una orden ejecutiva para ampliar el acceso a la IVF, pero no la hacía gratuita. Con su teléfono en la mano, sin trabajo y sin un plan, Cooper recordó su voto y murmuró: "Eso es una mentira".
PROTESTAS CONTRA TRUMP POR RECORTES

Miles de estadounidenses salieron el pasado viernes 14 a lo largo del país para protestar de nuevo contra las políticas del presidente, Donald Trump, y cargaron contra los demócratas que han avanzado que apoyarán la prórroga de los presupuestos de los republicanos para evitar un cierre del Gobierno.
Pese a que la concentración, convocada en diferentes puntos del país, estaba pensada para ser una protesta en apoyo a los veteranos de guerra después de que el presidente anunciase que recortaría el 15 % de la plantilla del Departamento que ofrece a los militares retirados beneficios como servicios médicos o pensiones, acabó convirtiéndose en una manifestación contra todo el proyecto Trump.
"Nuestro país está en peligro. El mayor peligro de su historia. Hay una dictadura poniéndose en marcha ahora y tenemos que detenerlo. Trump quiere convertirse en el dictador de Estados Unidos y tenemos que pararle", afirmó Porter.
En el encuentro de la capital, que tuvo lugar en la Explanada Nacional, a los pies del Capitolio, muchos carteles y una ola de banderas del país, además de alguna ucraniana, cargaban contra el republicano y su gabinete.
"Trump no es EE.UU."; "Eres un traidor"; "Ni reyes, ni nazis"; "Trump nos está robando, movilizad a la gente", se podía leer en alguna pancarta.
La sensación general entre los manifestantes era de frustración y malestar. Muchos llevan los casi dos meses que el republicano lleva en el poder acudiendo a protestas, especialmente por los miles de empleados federales despedidos.
"Es abrumador, todos los días hay algo y es difícil llevar la cuenta de todas las cosas ilegales y todas las cosas crueles que está haciendo contra los inmigrantes, contra todas y cada una de las agencias", lamentó Liz Hunsaker, una profesora que reside en el estado de Maryland.
Ella y su marido recuerdan que durante el primer mandato del neoyorquino en la Casa Blanca (2017-2021) vivían en Europa y no vivieron tan de cerca los efectos de sus decisiones, pero esta vez que están en el país han decidido "luchar".
Según datos de la consultora Oxford Economics, el Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, es la zona del país más afectada por estos despidos, seguido de Maryland, Nueva York y Virginia.
En las últimas horas, dos jueces federales, uno en California y otro en Maryland, han ordenado al presidente que reincorpore a estos empleados por no haber procedido correctamente con sus ceses.
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