Estas son las medidas impuestas a Marianne Gonzaga tras recuperar su libertad

Alejandra Jiménez 24 julio, 2025

Aunque fue hallada culpable, la influencer cumplirá su condena fuera del internamiento

 ©Especial - La decisión judicial permite a la joven de 18 años continuar su sanción fuera del internamiento.

La influencer Marianne Gonzaga, quien fue condenada por el ataque con arma blanca contra Valentina Gilabert, quedó en libertad asistida tras permanecer cinco meses recluida en un centro especializado para adolescentes.

La decisión judicial, que permite a la joven de 18 años continuar su sanción fuera del internamiento, ha desatado una ola de reacciones por la violencia del caso y el aparente desbalance entre el castigo impuesto y la gravedad de los hechos, sobre todo considerando la vulnerabilidad de las víctimas mujeres frente a ataques de esta magnitud.

Una condena, pero sin prisión

El caso ocurrió el pasado 5 de febrero en un departamento de la alcaldía Álvaro Obregón, donde Gonzaga, entonces menor de edad, apuñaló al menos 14 veces a Valentina, una joven de 18 años, causándole heridas en el rostro, tórax, manos y pulmones.

Aunque el ataque fue brutal, la agresora fue procesada únicamente por lesiones calificadas, no por intento de feminicidio, debido a su edad. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) confirmó este miércoles que Gonzaga fue hallada responsable, pero que continuará su condena en libertad asistida.

"El impartidor de justicia resolvió imponerle la medida de orientación y protección consistente en la libertad asistida", informó la Fiscalía en una tarjeta oficial.

¿Qué implica la libertad asistida?

La libertad asistida es una medida contemplada en la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, que permite a menores continuar su proceso de reinserción fuera del internamiento, pero bajo condiciones de vigilancia y rehabilitación.

En el caso de Gonzaga, las medidas impuestas incluyen:

  • Presentarse periódicamente ante la autoridad judicial especializada.

  • Recibir tratamiento psicológico obligatorio.

  • Someterse a seguimiento por parte de instituciones especializadas.

Estas condiciones estarán vigentes durante el tiempo restante de su condena: dos años y ocho meses.

Fuentes extraoficiales mencionan que, como parte del régimen de libertad asistida, también podrían aplicarse restricciones de movilidad, órdenes de alejamiento de la víctima, participación en programas sociales y la prohibición del uso de redes sociales para evitar confrontaciones o exposición mediática del caso.

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Víctimas que perdonan, pero no olvidan

A pesar de las profundas lesiones físicas y emocionales, Valentina Gilabert ha optado por perdonar a su agresora. En un video difundido en Instagram, la joven dijo que ambas familias llegaron a un acuerdo legal y que Marianne le ofreció disculpas.

"Todo el mundo se merece una segunda oportunidad. No soy nadie para privar a una persona de su libertad", expresó Gilabert.
"Cada quien va a vivir su vida por aparte".

Valentina, quien ha retomado su vida pública mostrando las cicatrices del ataque, se ha convertido en un símbolo de resistencia para muchas adolescentes que enfrentan violencia sin que las autoridades respondan con la severidad necesaria.

Violencia entre adolescentes, un fenómeno alarmante

El caso de Marianne y Valentina revela grietas en el sistema de justicia cuando los agresores son menores de edad, especialmente en contextos donde la violencia de género se manifiesta entre adolescentes.

Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres han cuestionado la decisión judicial, al considerar que minimiza el riesgo que enfrentan las víctimas, y han advertido sobre el peligro de crear precedentes indulgentes frente a conductas extremadamente violentas.

“Cuando un sistema no responde con contundencia a agresiones de este tipo, envía un mensaje de impunidad. Las mujeres, incluso las más jóvenes, no están seguras ni siquiera entre sus pares”, señaló en redes la colectiva Justicia para Valentina.

Reinserción vs. justicia: ¿es suficiente?

Aunque la FGJCDMX aseguró que seguirá brindando acompañamiento psicosocial a Valentina, la resolución judicial ha encendido el debate sobre la proporcionalidad de las penas en casos de violencia grave entre adolescentes, especialmente cuando las víctimas son mujeres.

La influencer salió del Centro Especializado para Mujeres Adolescentes encapuchada y sin dar declaraciones. De acuerdo con fuentes del penal, mostró una actitud "tranquila y participativa", lo cual influyó en la decisión judicial.

Sin embargo, para muchas personas en redes y medios, el hecho de que una agresión tan brutal no se traduzca en prisión efectiva representa una amenaza para otras jóvenes y adolescentes, en un país donde la violencia de género comienza cada vez a edades más tempranas.

Un caso que seguirá bajo lupa

Mientras Marianne Gonzaga debe cumplir las medidas de libertad asistida, el caso se mantiene bajo observación judicial y mediática. Cualquier incumplimiento podría derivar en la revocación de su libertad y el regreso al internamiento.

La pregunta que flota ahora en la opinión pública es si el sistema judicial mexicano está preparado para proteger a las víctimas y garantizar justicia, sin que el enfoque en la reinserción de los agresores termine desprotegiendo a quienes ya han sido violentadas.