"Yo ya, termino": la madre de Kimberly Moya revela cómo procederá si sabe dónde está su hija

Han pasado más de 40 días desde la desaparición de Kimberly Hilary Moya González, una joven de 16 años, estudiante del CCH Naucalpan, vista por última vez el 2 de octubre de 2025 en la colonia San Rafael Chamapa, municipio de Naucalpan, Estado de México.

Su madre, Berenice Jaqueline González, vive una búsqueda incansable entre el dolor, la esperanza y la exigencia de justicia. La familia no solo vive la espera: exige acciones concretas y resultados, y así lo comparte en entrevista exclusiva con GuillermoOrtega.com.

Este miércoles 12 de noviembre la causa tendrá un nuevo capítulo procesal —una audiencia de seguimiento en la que la defensa de los imputados pedirá un cambio de medida cautelar— y la familia adelantó cuál sería su reacción si apareciera una pista definitiva sobre el paradero de la joven de 16 años.

Tres brigadas en marcha: la búsqueda de Kimberly Moya

Desde la desaparición de Kimberly, tres brigadas de búsqueda trabajan día y noche en diferentes puntos del Valle de México.

Una de ellas recorre el sur de Atizapán, especialmente las zonas de Calacoaya y Capistrano, donde se han pegado fichas de búsqueda y se entrevista a vecinos. Otra brigada se dirige hacia Huixquilucan, mientras una más ha extendido el rastreo hacia la Ciudad de México.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) mantiene abiertas las diligencias junto con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), realizando operativos en casas, presas, terminales de autobuses y zonas donde Kimberly solía frecuentar.

“La búsqueda no se limita a un perímetro; seguimos cualquier indicio que aparezca”, señalaron las autoridades estatales.

Audiencia clave este 12 de noviembre

Los padres de Kimberly enfrentarán una audiencia de seguimiento para los dos hombres detenidos: Gabriel Rafael “N”, de 57 años, y Paulo Alberto “N”, de 36, ambos recluidos en el penal de Barrientos, Tlalnepantla.

Son señalados como presuntos coautores del delito de desaparición cometida por particulares, que podría implicar hasta 50 años de prisión.

La defensa de los acusados pedirá modificar la medida cautelar para continuar el proceso en libertad, mientras que la familia de Kimberly exigirá que permanezcan bajo prisión preventiva hasta que revelen lo que saben.

La Fiscalía mexiquense planea presentar nuevas pruebas, entre ellas las botas con sangre halladas en un taller de Gabriel Rafael “N”, cuyo ADN coincide con el de los padres de Kimberly.

La voz de una madre que no se rinde

En entrevista con este medio, Jaqueline González habló desde el corazón. “Yo me saqué la lotería con Kim. Siempre fue muy independiente, disciplinada y humilde. No parecía de 16 años, era muy consciente y respetuosa. Mi hija no tiene maldad”, recuerda con la voz entrecortada.

Kimberly fue vista por última vez el 2 de octubre en la calle Filomeno Mata esquina Diagonal Minas, colonia San Rafael Chamapa, Naucalpan. Relata que en uno de los videos se ve como Gabriel "N" corre hacia Kimberly y se le acerca, se la abalanza. Después, no aparece ella, y ya no aparece él en los demás videos.

Desde entonces, su madre transformó su vida: dejó horarios, rutinas y trabajo para coordinar brigadas de búsqueda que hoy recorren el Valle de México. “Mi prioridad es Kim”, dice con una mezcla de agotamiento y decisión:

"Literalmente mi vida se paró en en ese aspecto (trabajo). Mi prioridad es Kim. Estar en en muchos lugares, fiscalías y en diligencias... en esto, en aquello. Eso exactamente es una tortura para nosotros. Yo qué más quisiera decir”, confiesa.

Sobre las investigaciones, Jaqueline asegura que existen indicios de que más personas podrían estar involucradas y otro vehículo, incluso menciona posibles vínculos con el crimen organizado. Por eso, insiste en que se amplíen las líneas de investigación y que se refuercen las búsquedas con más tecnología y personal especializado.

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¿Qué haría Jaqueline al encontrar a su hija Kimberly Moya?

Jaqueline ha repetido una y otra vez que su único deseo es saber dónde está Kimberly.

"Mi intención no es lastimar a nadie, ni siquiera señalar a alguien. Yo creo que las personas que están en procesos es porque hay los elementos suficientes para que estén allí. No es algo que es fabricado".

Añade que por ella terminaría el proceso si finalmente tiene de regreso a su niña, y que lo que tenga que pasar que se dará con el paso del tiempo, conforme lo que digan las autoridades.

"Yo en mi corazón no pido venganza, no pido odio. Incluso si ellos me si me dijeran dónde está Kim, yo ya... yo ya termino. No tengo por qué estar ni saliendo en medios, ni estando en ningún lado. Yo lo único que quiero es mi familia", dice entre lágrimas.

La madre hace un llamado a la sociedad:

"Yo tengo a mi hija y ya, y lo que tenga que marchar, que marche conforme a su tiempo. Pero no. Es por eso que que pido de su apoyo. Que si alguien la vi la vio me diga, hay muchos ojos en esta tierra. Si alguien vio algo, que lo diga, aunque sea de forma anónima. No callen por miedo. Hoy es mi hija, mañana podría ser la suya. No es un objeto perdido, es una vida. Yo sé que hay más personas buenas que pueden ayudarnos, que pueden decir. Esto es algo no nada más personal, esto es algo social".

Un caso que sacude y exige justicia

La historia de Kimberly Moya se ha convertido en un símbolo de la lucha de cientos de madres que buscan a sus hijas en México.

Mientras las autoridades preparan la próxima audiencia y continúan los operativos, Jaqueline González mantiene viva la esperanza de abrazar nuevamente a su hija. Sin embargo, los acusados guardan silencio y se niegan a decir qué hicieron con la joven.

"Yo le pido a Dios que nos dé claridad, que nos ayude a encontrar el paradero de Kimberly... porque te voy a ser muy honesta: esto no es morbo, es una vida. Es la vida de mi Kimberly. Es una niña", concluye.

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