Cómo preparar té de cáscara de mandarina para reducir la inflamación
El té de cáscara de mandarina es un excelente aliado en estas fiestas decembrinas para reducir la inflamación intestinal. Sigue estos pasos para prepararlo
En la temporada festiva, caracterizada por banquetes abundantes y comidas copiosas, el té de cáscara de mandarina se presenta como una alternativa natural para cuidar el bienestar digestivo. Más allá de su aroma y sabor reconfortantes, esta bebida es rica en propiedades beneficiosas para la salud.
La cáscara de mandarina contiene una alta concentración de flavonoides y aceites esenciales que favorecen la digestión, ayudan a reducir la inflamación intestinal y previenen la sensación de pesadez tras los festines.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno de México, las mandarinas, y en especial su cáscara, también tienen propiedades que ayudan a regular el colesterol, reducir los niveles de insulina y prevenir el almacenamiento de azúcar como grasa, lo que contribuye a la pérdida de peso.
Además, esta infusión también se destaca por ser una fuente importante de antioxidantes, como la vitamina C, que no solo refuerzan el sistema inmunológico, sino que también combaten los efectos del envejecimiento prematuro.
El té de cáscara de mandarina no solo beneficia al sistema digestivo, sino también al cardiovascular y a la piel. Sus propiedades antimicrobianas ayudan a combatir infecciones causadas por bacterias, hongos y virus. El aceite esencial presente en la cáscara promueve el crecimiento de nuevas células y acelera la cicatrización de heridas, mejorando el estado general de la piel.
Al combinar la cáscara de mandarina con canela, conocida por sus propiedades para la digestión al estimular la producción de enzimas, mejorar la asimilación de nutrientes y reducir la inflamación, los beneficios se potencian.
Pasos para preparar té de cáscara de mandarina con canela
Ingredientes:
2 mandarinas.
500 ml de agua.
2 varas de canela.
Endulzante al gusto (miel o dátiles).
Procedimiento:
Lavar y desinfectar bien las cáscaras de las mandarinas. Retirar la parte blanca del interior para evitar un sabor amargo.
Hervir el agua y agregar las cáscaras de mandarina junto con las varas de canela.
Dejar hervir por 15 minutos para que liberen sus propiedades.
Apagar el fuego y reposar durante 5 minutos.
Colar la infusión y endulzarla al gusto con miel o dátiles.
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