El día que Silvia Pinal se escondió en una cajuela para escapar de Gertz Manero: Persecución, fraude y exilio
Espionaje, orden de captura y huida a Miami: el capítulo más oscuro entre Silvia Pinal y el fiscal Alejandro Gertz Manero
La muerte de Silvia Pinal, anunciada el 28 de noviembre de 2024, reactivó uno de los episodios más polémicos de su vida en este aniversario luctuoso: la persecución judicial que la obligó a escapar oculta en la cajuela de un automóvil y exiliarse durante 11 meses.
Una historia que empezó en los 90 y que tuvo como antagonista a Alejandro Gertz Manero, hoy renunciado fiscal general de la República, pero entonces productor teatral, fundador de Protea, secretario de la asociación y posteriormente Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal.
Los orígenes del conflicto
A principios de los años 90, Pinal fue presidenta de la Asociación Nacional de Productores de Teatro (Protea). En 1992 logró su reelección, pero según Gertz Manero y el productor Armando Cuspinera, esto se hizo con cambios irregulares al reglamento. La primera denuncia fue por la supuesta ilegalidad de la asamblea; meses después surgieron acusaciones por irregularidades administrativas, aunque sin consecuencias inmediatas.
Sin embargo, todo escaló en 1994: Gertz Manero y Cuspinera la denunciaron por un presunto fraude de 9.5 millones de pesos.
El giro definitivo: Gertz llega al poder
Durante años el caso no avanzó. Todo cambió cuando Gertz Manero asumió la Secretaría de Seguridad Pública del D.F. (ahora Ciudad de México) en el año 2000. Como funcionario, retomó el expediente y se giró una orden de aprehensión contra Pinal, quien enfrentaba el riesgo real de ir a prisión.
Según Julio Scherer Ibarra, el conflicto tenía tintes personales: afirmaba que Gertz actuaba por "enemistad" y usaba su poder institucional para litigar asuntos privados. En una denuncia posterior, Scherer describió al fiscal como un hombre "parcial, vengativo y envenenado", capaz de usar la Fiscalía para intimidar a quienes se oponían a él —científicos, empresarios, familiares políticos, e incluso artistas— citando como ejemplo el caso de Silvia Pinal.
La fuga: Silvia en una cajuela rumbo a Acapulco
Ante la orden de captura, Pinal recibió una llamada que cambió su vida:
—“Hay una orden de aprehensión. Tienes que esconderte y salir del país.”
La actriz fue sacada clandestinamente de su casa y escondida en la cajuela de un automóvil. Viajó así hasta Acapulco, donde tomó un avión privado rumbo a Miami, Florida, para refugiarse con su hija Alejandra Guzmán. Ahí permaneció 11 meses en autoexilio, asustada, desconcertada y temiendo incluso ser deportada por Interpol.
—“¿Por qué me está pasando esto si no hice nada malo?”, repetía en entrevista con Milenio.
Pese a su miedo, seguía pensando en volver a trabajar. Consideró mudarse a España para continuar su carrera, pues —dijo— “el trabajo es mi vida”.
Absuelta, regresó con su “imagen limpia”
En diciembre del 2000 un juez determinó que las acusaciones eran infundadas. Pinal volvió a México diciendo que regresaba “con su imagen limpia”. Más tarde, el productor Morris Gilbert aseguró que todo era consecuencia del coraje de Gertz por no haber podido colocar a su gente dentro de Protea.
Aunque años después existió una falsa alarma de citatorio, el episodio terminó en 2008, cuando Pinal y Gertz Manero se reconciliaron en Polanco, sellando el final del conflicto con un beso y un abrazo.
—“Si hubo diferencias ya se olvidaron”.
—“Todo ha sido cordial”, dijo Gertz en entrevista con El Universal.
Años después surgiría otra revelación: espionaje
En 2019 se filtraron documentos del Archivo General de la Nación que confirmaron espionaje político y artístico entre 1976 y 1985 por parte del PRI. Silvia Pinal también estaba en esa lista, junto con figuras como:
Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Julio Scherer, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Carlos Fuentes, Cuauhtémoc Cárdenas, Luis Donaldo Colosio, Juan Gabriel, María Félix, Ignacio López Tarso, Vicente Fox, AMLO, La Reina Isabel II, Che Guevara y Fidel Castro.
La DFS vigiló desde:
sus viajes en avión
hasta sus gestiones dentro de la ANDA
e incluso actos altruistas como la entrega de juguetes en Día de Reyes.
Una vida de cine, política y fuga digna de guion
Silvia Pinal murió reconocida como una de las actrices más grandes de México. Pero también como la mujer que escapó dentro de una cajuela para evitar ser detenida por Gertz Manero, vivió en exilio, regresó absuelta y años después se reconcilió con su perseguidor. En tanto, el exfiscal hoy se encuentra dentro de un escándalo político ante su renuncia por la orden de Claudia Sheinbaum de hacerlo embajador de un país que, todavía, no acepta las credenciales.
Tal vez la historia más dramática de Silvia Pinal no fue actuada: la vivió en carne propia.
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