Golpe de calor en perros: tratamiento casero para aliviar a tus canes
Siempre es bueno saber qué hacer en caso de que tu mascota tenga una emergencia

Durante los días más calurosos del año, nuestras mascotas también pueden sufrir las consecuencias del aumento de temperatura. El golpe de calor en perros es una condición grave que puede poner en riesgo la vida de tu compañero peludo si no se detecta y trata a tiempo. Conocer los síntomas y actuar rápidamente puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y una situación de emergencia.
Aunque lo ideal es acudir al veterinario ante cualquier señal de golpe de calor, también existen medidas caseras que pueden ayudarte a aliviar a tu perro mientras recibes atención profesional. Estos remedios buscan estabilizar su temperatura corporal, evitar complicaciones y ofrecer un primer auxilio efectivo desde casa. Es fundamental saber cómo aplicarlos correctamente para no agravar el cuadro.
En esta nota te explicamos cómo identificar un golpe de calor en tu perro y qué hacer para aliviar el cuadro. Recuerda que proteger la salud de tu mascota comienza con la información adecuada: sigue leyendo para descubrir cómo actuar ante este problema común durante el verano.
¿Cómo sé que mi perro tiene un golpe de calor?
De acuerdo con el blog de veterinarios españoles My Happy Pet, estos síntomas son señal de que tu perro sufre un golpe de calor:
Temperatura corporal elevada por encima de los 42ºC.
Aumento del ritmo cardíaco.
Jadeos excesivos o complicaciones para respirar.
Piel con tono azulado derivado de una falta de oxigenación de la sangre.
Tambaleo y temblores musculares que pueden provocar que el can no se pueda sostener en pie e incluso tenga un episodio de convulsiones.

¿Qué hago si mi perro sufre un golpe de calor?
La Clínica Veterinaria Pica apunta que es fundamental buscar auxilio veterinario en caso de que tu cachorro sea víctima de un golpe de calor. Aunque de manera inmediata, mientras llega la ayuda médica, puedes seguir estas medidas:
Lleva a tu lomito a un lugar fresco; bien ventilado y con sombra.
Acercarle agua fresca y limpia que no esté muy fría para que se hidrate: considera que el choque de temperatura podría ser perjudicial.
Aplica con tus manos un poco de agua fresca (no helada) en su cabeza y axilas para que pueda bajar su temperatura de forma natural.
En casos muy extremos se puede poner un cubito de hielo en las axilas del can, solo momentáneamente para no quemarlo, y repetir hasta refrescarlo o que llegue el veterinario.

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