¿Separados al nacer? Esta es la razón por la que los pugs y los gatos persa son 'chatitos'
A pesar de pertenecer a especies diferentes, ambas razas guardan similitudes en cuanto a la estructura de sus cráneos

Puede parecer que los pugs comparten el look con los gatos siameses, pero en realidad, hay una especie felina con la que guardan más similitudes que el cabello y esa es la de los gatos persa, mininos que al igual que los perros carlinos tienen la característica de tener la cara 'chatita'.
Pero ¿qué es lo que ha orillado a que los perros pugs y los gatos persas tengan un rostro tan parecido a pesar de ser especies que, evolutivamente, han estado 50 millones de años separadas?
Mientras los perros descienden de los lobos, animales de mayor tamaño y hocico largo, los ancestros de los michis son los gatos monteses, algo que no impide que las caras de las citadas mascotas sean más similares entre sí que a la mayoría de los miembros de su propia especie o de sus antepasados.
Ante esto, un grupo de científicos de las universidades estadounidenses de Cornell y Washington hicieron un estudio que reveló el porqué se daba esta ironía visual entre especies que históricamente se han mostrado enemistadas.
¿Por qué los pugs se parecen a los gatos persa?
Según la investigación publicada este lunes en la revista PNAS, las similitudes entre los lomitos y gatos chatos es producto de la llamada "selección artificial", es decir el proceso de cría en el que los humanos buscan desarrollar rasgos determinados, en lugar de dejar que la selección natural opere por sí sola.

Este mecanismo, también llamado "cría selectiva" ha dado lugar a una notable diversidad tanto de gatos como de perros, sin que esto signifique propiamente un avance en la evolución de las especies, ya que estas han presentado anomalías genéticas que ha derivado en diversos padecimientos.
Al respecto, el estudio señala que esta convergencia ha tenido aspectos negativos para perros pugs y gatos persa, que, según señalan los investigadores, son más susceptibles de sufrir problemas respiratorios, alimentarios y de parto, sin mencionar que "no sobrevivirían en estado salvaje".
El mismo patrón de convergencia se ha producido varias veces dentro de cada especie. En el caso de los perros, esto se dio en las razas de bulldog, y, tiempo después tuvo lugar en razas de perros asiáticos como el pequinés y el Shih Tzu. En los gatos, los mismos rasgos se observan en las razas persa, himalaya y birmana.
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