Cadena perpetua para "Pepo", mexicano condenado en Texas por dirigir red de narcotráfico

Héctor Velázquez 14 febrero, 2025

El hombre también utilizaba un garaje en Midland para desmantelar vehículos robados

 ©X/CabelloAuden - José Ramón Castillo-López, alias “Pepo”.

José Ramón Castillo-López, alias "Pepo", un ciudadano mexicano que residía ilegalmente en Texas, fue sentenciado a cadena perpetua por su papel como líder de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, vinculada a un cártel mexicano, según información divulgada este 14 de febrero por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

“Esta cadena perpetua es una victoria en nuestra lucha contra las organizaciones de narcotráfico vinculadas a los carteles mexicanos”, declaró Jaime Esparza, fiscal distrital del Oeste de Texas, quien señaló que Castillo López organizó el tráfico de grandes cantidades de drogas hacia EE.UU.

¿Quién es Castillo-López, alias "Pepo"?

Castillo-López se encargaba de la distribución mensual de grandes cantidades de drogas: entre 100 y 300 libras de metanfetamina, más de 20 kilos de cocaína y cientos de gramos de píldoras de fentanilo y heroína. Además, coordinaba la cantidad y el tipo de narcóticos necesarios, supervisaba la recolección de ingresos y garantizaba la distribución de las sustancias en diversas localidades de Texas y Misisipi.

El hombre originario de Namiquipa, Chihuahua, suministró a un cómplice un arma de fuego, así como metanfetamina, cocaína, heroína y píldoras de fentanilo “M 30”, destinadas a la distribución. Fue el 1 de octubre de 2022 cuando agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) recibieron información sobre su arresto y acusación por intento de asesinato capital tras presuntamente disparar a un oficial de policía en Seminole, Texas.

Castillo-López se declaró culpable

El 23 de septiembre de 2024, Castillo-López se declaró culpable del delito de conspiración para distribuir grandes cantidades de metanfetamina y cocaína.

Las investigaciones realizadas, incluidas las escuchas de sus llamadas telefónicas desde la cárcel del condado de Gaines, confirmaron que el detenido dirigía una organización de tráfico de drogas en EE.UU., en estrecha colaboración con su contraparte en México. Además, dio instrucciones a su pareja, Myra Méndez, y a su cuñado, Aarón Méndez, para que asumieran el control de las operaciones tras su detención.

El fiscal Esparza aseguró que “Este resultado es producto de la colaboración entre agencias de seguridad federal, estatal y local, que trabajan juntas para proteger a los ciudadanos y llevar a los criminales ante la justicia”. 

Por su parte, Towanda R. Thorne-James, agente especial a cargo de la División de El Paso de la DEA, comentó: “Castillo-López arriesgó la vida de muchos texanos y habitantes de Misisipi, y ahora enfrentará las consecuencias de sus acciones. La DEA continuará persiguiendo a otros traficantes hasta llevarlos ante la justicia”.

La DEA contó con la colaboración del Departamento de Seguridad Pública de Texas, la Oficina del Sheriff de Midland, el Departamento de Policía de Odessa y la Policía de Midland en la investigación de este caso, mientras que el fiscal adjunto Patrick Sloane fue el encargado de llevar el caso a juicio.

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