NYT: Cártel de Sinaloa sigue con tráfico de fentanilo, así logra pasar a EE.UU. sin ser detectado
The New York Times expone la nueva ruta del Cártel de Sinaloa para traficar fentanilo a EE.UU.

El Cártel de Sinaloa continúa enviando fentanilo a Estados Unidos mediante rutas y métodos cada vez más sofisticados, a pesar de los operativos militares, la presión binacional y el aumento de los controles fronterizos.
Una investigación de The New York Times revela cómo la organización criminal ha adaptado sus tácticas, reduciendo el tamaño de los cargamentos, ocultándolos en vehículos comunes y utilizando redes de corrupción que incluyen a funcionarios mexicanos y agentes estadounidenses.
Nuevos métodos de contrabando
En Culiacán, un mecánico de 58 años —con más de dos décadas trabajando para el cártel— preparó seis kilogramos de fentanilo para cruzar la frontera. El cargamento, valorado en hasta 90.000 dólares, fue envuelto primero en papel carbón para evadir rayos X y después en aluminio rociado con un líquido con olor a cloro, diseñado para despistar a los perros antidrogas.
La droga fue escondida en un compartimento secreto detrás del panel de la puerta de un auto mediano de marca común, como Honda, Nissan o Toyota, para pasar desapercibido. El mecánico nunca repite el mismo método: a veces utiliza el tanque de gasolina, el motor o la carrocería.

Producción más lenta y costosa
Según el reportaje, cinco integrantes del cártel confirmaron que la producción y transporte de fentanilo son ahora más lentos, riesgosos y costosos:
Los sobornos a militares se han encarecido.
Los retenes se han multiplicado.
La vigilancia en la frontera de EE.UU. se ha endurecido.
Ante las incautaciones, el cártel envía cargas más pequeñas y ha diversificado sus rutas:
Ha movido laboratorios fuera de Sinaloa.
Redirigido envíos a Europa.
Y hasta sellado una frágil alianza con un antiguo enemigo.

La ruta hacia la frontera
El viaje desde Culiacán hasta Arizona es una operación meticulosamente coordinada. Un solo conductor lleva la droga, pero detrás hay un sistema de halcones, empaquetadores, mecánicos y operadores que controlan cada paso.
Los “vigías” alertan de nuevos retenes o movimientos sospechosos, mientras que en al menos cuatro puntos de control militar en Sinaloa y Sonora se pagan sobornos para permitir el paso.
En la frontera, la investigación señala que un agente estadounidense había acordado dejar pasar el vehículo por el puerto de entrada de Mariposa, en Nogales, a cambio de decenas de miles de dólares.
Corrupción documentada
Casos recientes refuerzan estos testimonios. En abril de 2024, un exagente de la Patrulla Fronteriza fue condenado por permitir el cruce de vehículos cargados con droga a cambio de sobornos de hasta 20.000 dólares por unidad.
La DEA afirma que el Cártel de Sinaloa mantiene “control casi total” de la frontera al sur de Arizona, especialmente en San Luis Río Colorado y Nogales, lo que facilita la entrada de fentanilo a Estados Unidos.
Sin intención de detenerse
Pese a la presión de los gobiernos de México y EE.UU., las luchas internas y las pérdidas económicas, los miembros del cártel aseguran que no dejarán el negocio. Argumentan que la demanda de fentanilo no ha disminuido y que, si ellos no lo suministran, otros lo harán.
Uno de los entrevistados, el mecánico, sí mostró remordimiento: “El fentanilo es la razón de esta maldita guerra en la que han muerto tantas personas inocentes, y eso me pesa”.
El conductor de la última operación confirmó que la droga cruzó con éxito y llegó a Tucson, desde donde sería distribuida hacia California.
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