Caso Kimberly Moya: ¿Por qué acusan a los presuntos captores de ser criminales seriales? Gabriel "N" y Paulo "N"
Los indicios apuntan a que ambos hombres habrían actuado de manera sistemática, repitiendo un patrón de engaño

Gabriel Rafael “N” y Paulo Alberto “N”, detenidos por su presunta participación en la desaparición de Kimberly Hilary Moya González, estudiante del CCH Naucalpan, están en el centro de una investigación que podría ir mucho más allá del caso de la joven de 16 años.
De acuerdo con la Fiscalía del Estado de México, los indicios apuntan a que ambos hombres habrían actuado de manera sistemática, repitiendo un patrón de engaño, persecución y privación de la libertad de jóvenes en la zona de San Rafael Chamapa, en Naucalpan.
El inicio: la desaparición de Kimberly Moya
El 2 de octubre de 2025, Kimberly salió de su casa para sacar unas copias. Nunca regresó.
De acuerdo con las cámaras de seguridad y testimonios recabados, alrededor de las 16:14 horas, la adolescente caminaba por la calle Filomeno Mata, esquina con Diagonal Minas, cuando Gabriel “N” corrió hacia ella y la obligó a dirigirse hacia un Volkswagen gris, conocido como Vocho, donde la esperaba Paulo “N”.
Ambos la habrían subido al vehículo y huido del lugar. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de Kimberly.
Las pruebas que los señalan
Durante la audiencia del 14 de octubre, el juez de control David Valencia dictó auto de vinculación a proceso por el delito de desaparición de personas cometida por particulares.
Entre las pruebas presentadas destacan:
Videos de cámaras C4, C5 y particulares donde se observa el Vocho gris siguiendo a Kimberly en su trayecto.
Botas café encontradas en el taller donde trabajaba Gabriel “N” con manchas de sangre compatibles genéticamente con los padres de la víctima.
Testimonios de testigos que vieron a un hombre con ropa azul, con características similares a las de Gabriel, seguir a Kimberly y subirla a un auto.
Declaraciones de otras jóvenes que denunciaron acercamientos sospechosos del mismo hombre, quien les ofrecía falsas ofertas de trabajo con pagos de hasta 300 pesos diarios.
Estas coincidencias llevaron al juez a plantear una posibilidad inquietante: los imputados podrían ser criminales seriales.
Sangre en el auto y contradicciones de la defensa
Durante un cateo al taller donde trabajaba Gabriel “N”, se hallaron botas con manchas de sangre. El análisis genético confirmó una alta coincidencia con las muestras de los padres de Kimberly, lo que reforzó la hipótesis de su implicación directa.
También se inspeccionó el Volkswagen gris, donde peritos encontraron una mancha de sangre de 15 por 30 centímetros.
Aunque la defensa intentó desestimar las pruebas con peritajes propios —argumentando que las botas no contenían rastros biológicos y que los videos no pudieron ser verificados por falta de acceso a los dispositivos originales—, el juez ratificó la validez de las evidencias presentadas por la Fiscalía.

Un posible modus operandi serial
Durante la audiencia, el juez mencionó que en la carpeta de investigación existían datos que sugerían una actuación sistemática o serial por parte de los acusados.
Las investigaciones de la Fiscalía del Estado de México señalan que Gabriel “N” se presentaba en calles y parques de Naucalpan para repartir tarjetas con ofertas laborales falsas, acercándose especialmente a mujeres jóvenes.
Tras obtener su confianza, las seguía e intentaba interceptarlas, apoyado por su cómplice Paulo “N”, quien lo esperaba en el auto.
De acuerdo con las autoridades, esta táctica podría haber sido usada en otros casos de desaparición recientes en el Valle de México, lo que derivó en que el juez los calificara como posibles criminales seriales.

Sospechas de más víctimas
Las autoridades investigan entonces si Gabriel “N” y Paulo “N” podrían estar vinculados con otras desapariciones en Naucalpan y municipios cercanos, debido a la coincidencia de su descripción física, el uso del mismo vehículo y el patrón de abordaje.
La Policía de Investigación analiza videos de otras zonas donde se reportaron intentos de rapto con un Vocho gris y un hombre que ofrecía empleos temporales.
Durante la audiencia, el juez enfatizó que los hechos no parecían aislados, sino parte de una conducta planeada y repetida, con un mismo modus operandi y división de roles:
uno abordaba y engañaba a las víctimas;
el otro las esperaba en el vehículo para huir de inmediato.
Recurso de recusación contra el juez
Tras estas declaraciones, la defensa de Gabriel Rafael “N” interpuso un recurso de recusación, acusando al juez de parcialidad.
Argumentaron que su comentario sobre una “actuación serial” representaba un adelanto de juicio. Ahora, un tribunal de alzada decidirá si el juez continuará con el caso o será sustituido.
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— Guillermo Ortega Ruiz (@GOrtegaRuiz) October 18, 2025
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Mientras tanto, los dos imputados permanecen bajo prisión preventiva en el penal de Barrientos, en Tlalnepantla, y la búsqueda de Kimberly Moya continúa bajo la premisa de que sigue con vida.
Las autoridades sostienen que Gabriel “N” y Paulo “N” no solo habrían secuestrado a Kimberly Moya, sino que podrían estar detrás de un patrón de desapariciones seriales en Naucalpan.
El uso de ofertas laborales falsas, la coincidencia de testimonios y la evidencia genética hallada en su taller y vehículo son los elementos que sustentan esta teoría.
Mientras el proceso judicial avanza, la familia de Kimberly y colectivos feministas mantienen la exigencia de justicia y la esperanza de hallarla con vida.
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