Paso a paso: cómo denunciar acoso callejero en CDMX

Estefanía Arreola 5 noviembre, 2025

El reciente acoso a Sheinbaum visibiliza la magnitud del problema y presiona a las instituciones a actuar con eficacia ante las denuncias

 ©especial-gemini - El acoso sexual callejero es un problema constante para las mujeres.

El episodio ocurrido el pasado 4 de noviembre, cuando la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue acosada en plena vía pública, reabrió una conversación urgente: la seguridad de las mujeres en el espacio público.

La vulneración de su espacio personal, además de evidenciar fallas en los protocolos de resguardo presidencial, recordó que el acoso callejero sigue siendo una forma de violencia cotidiana que miles de mujeres enfrentan a diario en las calles de la Ciudad de México.

Pero, ¿qué puede hacer una mujer cuando vive una situación así? ¿Cómo se denuncia el acoso callejero y qué pasos deben seguirse?

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Prioriza tu seguridad

Lo primero es ponerte a salvo. Si hay un riesgo inminente o el agresor se muestra violento, lo más importante es alejarse y buscar un lugar con presencia de otras personas. En caso de amenaza directa o contacto físico, se debe llamar de inmediato al 911, el número de emergencias que canaliza a la policía o servicios de atención médica.

Documenta todo lo posible

Una vez a salvo, el segundo paso es documentar el hecho. Grabar video, tomar fotografías o anotar detalles como la hora, el lugar, la descripción física del agresor y, si es posible, los datos de testigos, puede hacer una diferencia al momento de presentar la denuncia.
La evidencia —por mínima que parezca— ayuda a las autoridades a identificar al responsable y fortalecer el caso.

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Dónde denunciar el acoso

En la Ciudad de México existen varias vías para presentar una denuncia formal. Si la agresión ocurrió en transporte público, los módulos “Viaja Segura” del Metro y Metrobús ofrecen acompañamiento y canalizan los reportes. También se puede llamar a Locatel (5658-1111), donde personal de la Línea Mujeres brinda orientación legal y psicológica, además de canalizar a las instancias correspondientes.

Otra opción es usar la Denuncia Digital CDMX, disponible en línea, aunque esta herramienta solo aplica cuando no hubo lesiones físicas ni necesidad de atención médica. Si el acoso implicó contacto o agresión, lo correcto es acudir directamente al Ministerio Público o a la Agencia Especializada en Delitos Sexuales de la Fiscalía General de Justicia capitalina.

Qué exigir al presentar la denuncia

Al llegar a la agencia, la víctima tiene derecho a que se levante una declaración y se abra una carpeta de investigación. Es importante pedir el número de folio, el nombre del agente ministerial y, en caso de lesiones, una valoración médico-forense. También puede solicitar medidas de protección o acompañamiento psicológico si teme por su seguridad.

Los testigos cumplen un papel fundamental: pueden grabar, ofrecer su testimonio o acompañar a la víctima. Su colaboración refuerza la denuncia y ayuda a evitar la impunidad.

SOBRE EL TEMA:

Si no te escuchan, hay más instancias

Si la investigación no avanza o hay omisiones de las autoridades, se puede acudir a la Unidad de Atención a Víctimas o presentar una queja ante la propia Fiscalía. Además, diversas colectivas feministas y organizaciones civiles ofrecen asesoría legal gratuita y acompañamiento especializado en casos de acoso o violencia de género.

Denunciar también es resistir

Denunciar el acoso callejero sigue siendo un acto de valentía, pero también de resistencia. Cada caso documentado visibiliza la magnitud del problema y presiona a las instituciones a actuar con eficacia.

El episodio que involucró a la presidenta Sheinbaum demostró que el acoso no distingue jerarquías ni cargos, y que la vulnerabilidad de las mujeres en el espacio público sigue siendo un tema pendiente.

Porque ninguna mujer, sin importar quién sea, debería sentirse insegura al caminar por las calles. Denunciar no solo es un derecho: es una forma de exigir que la seguridad deje de ser un privilegio y se convierta en una realidad compartida.