Colossal Biosciences no se detiene: tras el lobo terrible, buscan revivir al mamut

Redacción 7 abril, 2025

Resucitar especies extintas: tras el lobo terrible, siguen el mamut, el tigre de Tasmania y el dodo

 ©Colossal Biosciences - El lobo terrible vuelve a la vida: el mamut es el próximo objetivo

Con los ojos atentos, pelajes blancos y un aullido que no se oía en la Tierra desde hace más de 10,000 años, Romulus y Remus no son lobos comunes. Son lobos terribles, una especie extinta que ha sido traída de vuelta a la vida por Colossal Biosciences, una empresa de biotecnología con ambiciones que desafían los límites de la ciencia moderna.

El nacimiento de estos ejemplares marca un momento clave en la controvertida carrera por la desextinción. La compañía con sede en Dallas, que desde su fundación en 2021 emplea a más de 130 científicos, trabaja no solo para revivir especies desaparecidas, sino también para aplicar esa tecnología a la conservación de animales en peligro.

“Somos una fuerza evolutiva ahora”, dijo Beth Shapiro, jefa científica de Colossal. “Podemos decidir qué especies tienen un futuro”.

Romulus, Remus y su hermana Khaleesi nacieron entre octubre de 2024 y enero de 2025, tras complejos procedimientos de edición genética y clonación. Los investigadores modificaron 14 genes clave de lobos grises para que coincidieran con el genoma de los lobos terribles, cuyo ADN fue extraído de fósiles hallados en Ohio e Idaho.

Resucitar especies extintas: tras el lobo terrible, siguen el mamut y el dodo
 ©Colossal Biosciences - Remus nació en el otoño de 2024.

En lugar de utilizar tejido animal tradicional, los científicos partieron de células sanguíneas, lo que reduce los daños al donador. Los embriones fueron implantados en perras de gran tamaño seleccionadas por su salud y capacidades maternas. Todos los nacimientos fueron por cesárea y sin complicaciones.

Actualmente, los tres lobos viven en una reserva ecológica de 2,000 acres en una ubicación secreta en Estados Unidos, con vigilancia veterinaria constante. Aunque no podrán vivir en libertad, sus comportamientos salvajes —como la cautela ante humanos y la forma de acechar— ya están presentes.

"Revivir" al mamut: hay planes más ambiciosos

Colossal no planea detenerse con el lobo terrible. En su lista de especies por “resucitar” se encuentran el mamut lanudo, el dodo y el tilacino (o tigre de Tasmania).

En marzo, la empresa anunció el nacimiento de un “ratón mamut”, un roedor con características del extinto proboscidio, como su pelaje dorado y su metabolismo adaptado al frío. El objetivo es crear un embrión de mamut funcional para ser implantado en una elefanta asiática antes de 2026, con la esperanza de ver nacer una cría para 2028.

“Nuestros mamuts y lobos terribles tienen los rasgos esenciales que definían a esas especies”, sostuvo Shapiro. “Eso los convierte en verdaderos representantes de sus linajes”.

El retorno del dodo —extinto desde el siglo XVII— se encuentra en fase de investigación genética. En cuanto al tilacino, extinguido en 1936, Colossal planea utilizar técnicas similares a las del lobo terrible, con la esperanza de restablecer su papel en los ecosistemas australianos.

Controversia ética y científica

Aunque el proyecto genera entusiasmo en el campo de la conservación, también despierta serias críticas. Expertos advierten sobre los riesgos para el bienestar animal y el equilibrio ecológico. Stephen Latham, director del Centro de Bioética Interdisciplinaria de Yale, cuestionó la utilidad de crear un solo mamut sin su manada y entorno natural.

“El bienestar de un mamut no se garantiza con solo nacer. Necesita una vida de mamut, en grupo, con espacio para recorrer y comportarse como tal”, dijo.

Otros señalan que especies extintas, como el lobo terrible, estaban adaptadas a una megafauna que ya no existe. Su reintroducción plena podría ser inviable o incluso perjudicial.

Más allá de la resurrección

Colossal asegura que su misión no es únicamente “jugar a ser Dios”. Según sus líderes, la tecnología puede servir para evitar nuevas extinciones. Actualmente, también trabajan en clonar y reforzar la población del lobo rojo, una especie estadounidense de la que quedan menos de 20 ejemplares en libertad.

“Queremos usar lo que aprendemos con estas especies para salvar a otras que aún podemos proteger”, afirmó el CEO Ben Lamm.

Mientras Romulus y Remus exploran su nuevo mundo dentro de la reserva, Colossal continúa experimentando con los límites entre lo natural, lo extinto y lo posible. Si logran su cometido, podríamos ver en esta década el renacimiento de criaturas que solo conocíamos por fósiles y pinturas antiguas.

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