Papa León XIV y su apellido Martínez: claves para entender su origen

Estefani Salazar 8 mayo, 2025

Las raíces del nuevo representante del Vaticano han generado incógnitas en los creyentes

 ©X: @OfficialASRoma -

Tras la muerte del Papa Francisco el pasado 21 de abril y tras un intenso cónclave, finalmente se designó al eclesiástico Robert Francis Prevost Martínez como el nuevo Papa. Pese a que la noticia era esperada en el ámbito internacional, mucho se ha especulado sobre las raíces del pontífice estadounidense, especialmente debido a su segundo apellido, que, lejos de mostrar cercanía con la cultura anglosajona, tiene tintes latinos.

Por ello, en esta ocasión te diremos el porqué el nuevo papa tiene en su nombre legal un apellido que dista de su país de origen.

Para empezar, hay que aclarar que, al igual que muchos integrantes de la Iglesia Católica, el recién denominado Papa León XIV cuenta con raíces de diversas nacionalidades, las cuales devienen de sus ancestros.

Tan solo su padre, Louis Marius Prevost, es de ascendencia francesa e italiana, mientras que su madre, Mildred Martínez es de ascendencia española y es en ella donde reside la clave para entender el origen del segundo apellido del Papa León XIV.

¿De dónde viene el segundo apellido del Papa León XIV?

A pesar de que, hay quienes afirman que la madre del Papa León XIV nació en Ecuador, lo cierto es que no hay fuentes oficiales que respalden esta información. En cambio, lo que se ha difundido en la prensa internacional es que Mildred Martínez era hija de inmigrantes españoles y nació en Nueva Orleans, Estados Unidos.

Además, la mamá del nuevo Papa inculcó la fe católica en su hijo, ya que, hasta su muerte en 1990 se mostró como una fiel creyente, al igual que sus dos hermanas, quienes se desempeñaban como monjas.

Por ello, se puede inferir que el segundo apellido del Papa León XIV viene de España, país del que sus abuelos maternos eran originarios.

¿Por qué se cambió el nombre el Papa León XIV?

En vista de que, en Estados Unidos se estila que las personas lleven solo un apellido, no es de sorprender que el pontífice solo sea identificado como Robert Francis Prevost, aunque gracias a su nuevo cargo, su denominación se ha transformado.

Pese a que no existe una norma oficial que obligue al cambio de nombre, adoptar un nuevo nombre papal es una tradición firmemente arraigada desde hace más de mil años. Al respecto, National Geographic apunta que, esta costumbre comenzó en el año 533, cuando el Papa Juan II decidió reemplazar su nombre de nacimiento, Mercurio, por considerar que sonaba demasiado pagano para la máxima autoridad de la Iglesia católica.

Desde entonces, la práctica se consolidó, especialmente porque, al adoptar un nombre en latín se puede neutralizar el origen extranjero de los pontífices, mejorando su aceptación y ayudado a que se corten lazos políticos con sus raíces.

Cabe aclarar que, el nombre papal no se elige al azar, pues suele revelar pistas sobre la dirección y prioridades del nuevo pontificado. En el caso de Prevost, él optó por el nombre León XIV en honor a la larga trayectoria de Papas que llevaron ese nombre, especialmente San León I, conocido por su defensa de la Iglesia y su liderazgo en tiempos difíciles.

El número que acompaña a su título señala que es el Papa León número catorce, una elección que refleja continuidad y refuerza la idea de solidez en el liderazgo pontificio.

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