El mal hábito laboral que está causando un envejecimiento prematuro y problemas cardíacos

Karla Espejel 7 noviembre, 2024

Especialistas han alertado sobre un mal hábito laboral que está afectando la salud

 ©Pexels - Consecuencias del sedentarismo

Con la era digital, muchos trabajos se han transformado y exigen que pasemos cada vez más horas sentados frente a una pantalla. Aunque para algunos esto podría parecer cómodo, la realidad es que estar en esa posición durante períodos prolongados aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, acelera el envejecimiento y reduce la esperanza de vida, según especialistas en salud.

La biomecánica Katy Bowman, autora de 'My Perfect Movement Plan', señala que "el tiempo prolongado en una silla está haciéndonos envejecer más rápido". Bowman ha enfatizado el impacto negativo de este estilo de vida, asegurando que la falta de movimiento continuo deteriora la salud muscular, ósea y metabólica.

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Su opinión está respaldada por diversos estudios. Un informe de la 'American Heart Association' profundiza en los efectos de pasar más de 10 horas sentados, demostrando que esta práctica aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y, sorprendentemente, acorta la vida incluso en personas que cumplen con los niveles recomendados de actividad física.

Según los datos presentados, el tiempo de inactividad afecta la función cardiovascular al reducir la circulación sanguínea y sobrecargar el sistema metabólico. Especialistas en salud comparan el riesgo del sedentarismo con el de fumar, subrayando que ambos hábitos resultan perjudiciales para la salud.

Al igual que el tabaquismo, pasar largas horas sin moverse también interfiere con la regulación de los niveles de glucosa en sangre y contribuye al aumento de peso, incrementando las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 y obesidad.

 ©Pexels - Consecuencias del sedentarismo

Consecuencias en la salud mental

La falta de movimiento también reduce la activación de los grandes músculos de las piernas, lo que afecta la producción de sustancias químicas en el cerebro que regulan el estado de ánimo, según señalan los expertos.

Esta inactividad puede manifestarse en síntomas de ansiedad y depresión. La falta de movimiento también impacta en el bienestar emocional y en la capacidad de concentración, especialmente en quienes realizan trabajos cognitivos de alta exigencia.

¿Cómo contrarrestar los efectos nocivos?

Para combatir estos efectos perjudiciales, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, aunque quienes llevan un estilo de vida especialmente sedentario podrían necesitar hasta el triple de ejercicio.

Los expertos sugieren pequeñas modificaciones en la rutina, como realizar breves caminatas o estiramientos cada 30 minutos, y el uso de escritorios de pie para reducir el desgaste físico y mental.